lunes, diciembre 29

el olvido

Ella (en voz baja) — Oye... Igual que tú, yo conozco el olvido.
El — No, tú no conoces el olvido.
Ella — Igual que tú, estoy dotada de memoria. Y conozco el olvido.
El — No, tú no estás dotada de memoria.
Ella. — Como tú, también yo intenté luchar con todas mis fuerzas contra el olvido. Y he olvidado, como tú. Como tú, deseé tener una memoria inconsolable, una memoria de sombras y de piedra.
(…) Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas, cada día, contra el horror de no comprender ya en absoluto el por qué de recordar. Y como tú, he olvidado...

Hiroshima mon amour

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